Eva y sus cosas: PRAGA

Si hay una ciudad bella con diferencia esa es Praga.

Para nosotros aún es más bonita porque fue allí donde el Dani me pidió que me casara con él. Fue en el Puente de Carlos junto a la estatua de San Juan Nepomuceno.

San Juan Nepomuceno

Cuenta la leyenda que San Juan Nepomuceno (siglo XIV) era el confesor de Sofía de Bavaria, reina de Bohemia. El rey Wenceslao IV (o de Luxemburgo) sentía celos y desconfiaba de su mujer, entre otras cosas por la diferencia de edad que los separaba. Cuando le pidió a San Juan Nepomuceno que le contara los secretos que le confesaba su mujer y éste se negó a romper el secreto de confesión, el rey Wenceslao de Luxemburgo
le cortó la lengua y lo echó al río Moldava desde el Puente de Carlos. De esta manera se convirtió en el primer santo en recibir martirio por guardar el secreto de confesión.

San Juan Nepomuceno está representado con un halo de 5 estrellas (las que había sobre el río la noche de su asesinato), con un perro a un lado y una mujer (la reina Sofía de Bavaria) al otro lado de la estatua. La gente suele frotar ambas figuras, de hecho les han sacado brillo de tanto tocarlas, pero dicen que solamente debe tocarse la figura del perro, que representa la fidelidad, si se quiere volver a Praga.

Esta es una de las miles de leyendas que recae sobre el puente más famoso de la ciudad. Para nosotros sin duda es la más importante ya que es testigo de nuestro compromiso.

Esto fue el nueve de junio del 2014. Estuvimos cinco días en los cuales te da tiempo de sobra de recorrer toda la ciudad. Nosotros aprovechamos para hacer dos excursiones: Terezín y Cesky Krumlov.

Son dos excursiones totalmente opuestas ya que

Terezín era un campo de concentración de la segunda guerra mundial. Pese a la dureza de lo que allí se aprecia lo recomendamos por su valor histórico y en recuerdo a las víctimas de tal barbarie.

Cesky Krumlov por la contra es un pueblo medieval con un castillo de cuento de hadas. Es realmente una belleza de lugar, sus calles, el palacio, las tiendas, sus jardines... no tiene igual. Es el lugar perfecto para soñar, totalmente recomendado.

Cesky Krumlov

Para Terezín con una mañana es suficiente porque además está muy cerca de la ciudad, pero para Cesky Krumlov se necesita todo el día porque hay unas tres horas de autocar para llegar.

Volviendo a la ciudad de Praga es ideal para visitar en dos o tres días y sin necesidad de coger ningún transporte. Puedes pasear por ella con toda tranquilidad y dejarte cautivar por sus adoquines y calles que parecen sacadas de un decorado de película.

Es además una ciudad muy barata ya que no tiene precios altos pese a lo turística que es y comer en los mejores restaurantes de la plaza del ayuntamiento por ejemplo, sale muy bien de precio y se come en abundancia.

Nosotros nos alojamos en el hotel Melantrich y está justo entre la Plaza de Wenceslao y la Torre del Reloj, vamos que mejor situado imposible. A más el metro para llegar desde el aeropuero está a dos calles. Así que si queréis un hotel económico y céntrico no lo dudeis. La única pega es que no tiene ascensor, que no os coja por sorpresa.

Podría hablar de Praga sin parar porque realmente nosotros estamos enamorados de la ciudad y tenemos muchas ganas de volver. Por cierto es muy recomendable la PragaCard ya que la aceptan en casi todas partes y ahorras muchísimo con ella. Se puede comprar en el aeropuerto y con ella te dan una guía de la ciudad.

Nosotros compramos la guía de Guiarama Compact y nos ayudamos de la web

Disfruta Praga y nos montamos el itinerario desde casa y nos fue muy bien.