sábado, 7 de noviembre de 2015

Libro Guardianes Muerte, GRATIS!

Buenas noches.
Aprovecho para informaros que Guardianes Muerte está de forma gratuita hasta el día 11 de noviembre. Ya sabéis aprovechad para leer que siempre es la mejor manera de pasar un buen rato.
Os dejo aquí el enlace.
Recordad que para kindleunlimited es gratuito siempre.
A continuación podéis leer una parte del primer capítulo. Feliz lectura!




GUARDIANES
MUERTE 

CAPÍTULO 1
UN DÍA DE PERROS

Hoy podría decirse que había tenido un mal día, un día de esos en los que es mejor no levantarse y quedarte en la cama como un cadáver, viendo pasar las horas, dejándolo pasar.
Todo había empezado con un estúpido mensaje, llevaba como media hora despierto dando vueltas en la cama, haciendo un poco de tiempo antes de levantarme y darme una refrescante y relajante ducha, cuando sonó mi móvil, que como imaginareis sonaba porque había recibido un mensaje. Hasta ahí todo normal, no es raro recibir un mensaje, a no ser que seas yo claro, a esas horas de la mañana no era habitual que recibiese un mensaje, para que os voy a engañar, mi vida social es más bien escasa, me sacas de mi grupo de amigos y voy mas perdido que, bueno, alguien que vaya muy perdido.
Como iba diciendo, me suena el móvil, lo cojo para ver quién era, publicidad seguramente, pensé, que equivocado estaba, era Susana, una compañera de trabajo con la que estaba intentando tener algo, pero iba despacio, muy despacio, el caso es que no tenía a nadie que la llevase hoy a trabajar y que si la podía llevar, que quedábamos en la cafetería donde siempre, una hora antes de entrar, eso era muy extraño ¿para que quería quedar una hora antes? Evidentemente, aunque extrañado, le he dicho que sí, que ningún problema.
Así que ya me veis, levantándome a todo correr, afeitándome rápido y dejando mi refrescante y relajante ducha en un “hola agua, hola jabón, qué tal, bien, adiós”, vístete deprisa y ves al coche, mierda, primero recuerda donde lo dejaste aparcado, vale, ya me acuerdo.
El caso es que tanto correr para nada, ya había sido un fin de semana algo extraño, había intentado hablar con ella y no me había hecho caso, dentro de lo malo, comprensible, sabía que tenía un cumpleaños y mira lo puedo entender, pero algo dentro de mi me decía que algo pasaba, que no era normal que me citase una hora antes, que algo me iba a decir y que probablemente no fuese nada bueno. Cómo me jode tener razón siempre.
Llegué a la cafetería con el tiempo justo, después de tener que buscar un sitio en el que aparcar, cómo odio esta maldita ciudad. Ella me estaba esperando sentada en nuestro sitio de siempre, una oscura y medio escondida mesa en lo más hondo del establecimiento, debido a que no quería que nadie nos viese, decía que aunque no estábamos siquiera en el mismo departamento, no quería que nadie en el trabajo supiese lo nuestro y que no le gustaba que la gente supiese de lo que hacía o dejaba de hacer.
Me miraba con sus enormes ojos y una sonrisa picarona asomó por sus labios mientras se los recorría con la lengua, algo que siempre hacia al verme, algo que sabía que me ponía a mil.
Me senté enfrente de ella, algo que no solía hacer, ya que prefería sentarme siempre a su lado, pero como he dicho, tenía un muy mal presentimiento de cómo iban a suceder las cosas.
-Hola guapa, ¿cómo estás?- Tiré de frase típica, aunque aún así me quedo bastante forzada, no podía evitar mostrar mi descontento al hecho de que no me hiciese caso en todo el fin de semana.
-Bien, no me puedo quejar- No dejaba de mirarme fijamente, como si no pasase nada y todo fuese fruto de mi imaginación-. Javi, tenemos que hablar, tengo que decirte algo importante- Ahí estaba, sabía que tenía razón, sabía que me diría algo, ahora a ver lo que era-. El sábado tuve un cumpleaños, te acuerdas que te lo comenté.
Aunque era una afirmación más que una pregunta, yo le respondí igualmente.
-Sí me acuerdo, ¿qué paso algo?
Era una pregunta estúpida, lo sé, pero que queréis que os diga, no sabía exactamente qué decir.
-Más o menos, verás, no sé cómo decirte esto...
Se mordió el labio y apartó la mirada, yo sabía que algo iba mal, que me iba a dar una mala noticia, pero mi acto reflejo, como siempre, fue cogerle la mano.
-No te preocupes, simplemente dímelo como lo sientas.
-Bueno, está bien. Resulta que en la fiesta me encontré con Juan, ya sabes, mi “amigo”- Y tanto que sabía quién era, Juan, su algo más que amigo. Era un tío que llevaba comiéndole la boca desde hacia un par de años, pero con el que, siempre según ella, no había nada serio, pero que al decirle que estaba tonteando conmigo el tío había pasado de ella, cosa que, siempre según ella, era culpa mía por comerle la cabeza para que se lo contase-. Bien, el caso es que nos pusimos a hablar, ya sabes, lo típico, de cómo nos van las cosas, de cuánto hacía que no nos veíamos, de lo mucho que me echa de menos y claro, yo llevaba un par de copas, ya sabes cómo me pongo cuando bebo un poco, y el estaba tan guapo, el caso es que sin saber muy bien cómo, me acost...
-No sigas por favor, ya me hago una idea de lo que pasó- Zorra, zorra, zorra, zorra, ZORRA.
-Yo no quería hacerte daño de verdad, tú me gustas, siempre he sido sincera contigo, pero es que él es alguien importante en mi vida, y realmente me doy cuenta de lo que lo necesito a mi lado.
-Lo entiendo- Idiota, idiota, idiota, idiota, IDIOTA-. Es algo contra lo que yo no puedo competir, él estaba antes que yo y bueno, ya sabes que para lo que necesites, siempre estaré a tu lado, solo tienes que llamarme- No te va a llamar en su puta vida.
-Gracias Javi, eres una magnifica persona y me alegro mucho de haberte conocido.
-Es mutuo, te lo aseguro- Escucháis eso, es parte de mi escaso orgullo yéndose por el desagüe.
-No te importará acercarme al trabajo¿verdad? Seguimos siendo amigos pese a todo, ¿no?
-Por supuesto que sí, no te preocupes- Escucháis eso otra vez, es lo que me quedaba de orgullo yéndose por el mismo desagüe, joder, como odio ese desagüe.
Así que allí estaba, en mi coche, llevando a, teniendo en cuenta que no teníamos nada serio, ¿puedo llamarle ex?, bueno, mejor lo dejamos en la que podría haber sido mi ex, al trabajo. Si por algún casual alguien ha pensado que no se podía caer más bajo, te equivocas, caí más bajo cuando él la llamo y ella se puso a hablar y a decir lo mucho que le quería, lo bien que les iban a ir las cosas y cuando me miro sonriendo y yo le sonreí, en ese momento me di cuenta que sí que se podía caer más bajo, estaba tan abajo que creí que nunca más vería la luz del sol.
Pero claro, simplemente por una ruptura, no se puede decir que ha sido un mal día, mas teniendo en cuenta que no teníamos una relación, así que ya os podéis hacer una idea de que mi mal día no había hecho más que comenzar. 
Al llegar al trabajo no pude evitar fijarme que todos me miraban, algo normal, ya que llegaba con Susana y a la gente le encantaba cuchichear, pero para variar, había algo en el ambiente que me decía que había algo que no era capaz de ver, algo que estaba detrás de mí decidido a estropearme aún más el día.
-Javi, el Jefe quiere que pases a su oficina.
La voz de Samuel me despertó de mis paranoias y me hizo volver al mundo real. Que el Jefe quisiese hablar conmigo era bueno, hacía un mes que Lorena, una jefa de planta, se había marchado y su puesto estaba bacante, puesto por el cual yo le había comentado que estaría muy interesado en ocupar, pero para el cual no era el único aspirante. Así que al menos algo me animó.
Después de dejar mis cosas en mi taquilla y ponerme el uniforme de trabajo, me dirigí hacia el despacho del Jefe, el Señor Francisco Javier Merino Sandoval, más conocido como el Dictador, título que se ganó por su forma de ascender en la empresa a base de golpe de estado contra el que estuviese en el puesto inmediatamente superior al suyo y por su costumbre de imponer sus normas y reglas a todo el que estuviese por debajo. Muy querido por todos y pobre del que dijese lo contrario.
Llamé a la puerta con los nervios golpeándome las sienes, aún no sé muy bien como lo hacían, pero así es como me sentía.
-Adelante.
Pese a que ni siquiera había alzado la voz, se oyó fuerte y clara a través de la puerta de madera. Abrí despacio la puerta y entré en su despacho oscuro y pésimamente decorado, mi expresión de miedo desapareció por completo y fue sustituida por una de sorpresa al ver sentado en una silla a Marcos, el otro aspirante al puesto que yo quería. Pero qué demonios hacía éste aquí, seguro que le había estado lamiendo el culo al Dictador para quitarme el puesto que me había ganado con el sudor de mi frente, maldito desgraciado.
-Vaya, que sorpresa, ¿que haces tú aquí Marcos?
-El señor Santos esta aquí porque ha sido llamado, igual que usted señor Bruc.
-No quería sonar molesto señor, es simplemente que me ha sorprendido que estuviese aquí- Sorprendido se queda increíblemente corto, creo que martirizado se acercaría más a lo que había sentido, el hecho de que ese comepollas estuviese en el despacho era algo muy malo para mis aspiraciones en la empresa.
-Es normal Jefe que se haya sorprendido, seguro que Bruc- Como que Bruc, si siempre me ha llamado Javi, de qué va este tío- esperaba algo más personal, ¿no es así?
Joder que asco me da ese tío, hubiese saltado sobre su silla y le hubiese estrangulado de manera lenta y dolorosa, a ser posible mientras le golpeo la cabeza contra el suelo, para desahogar tensiones más que nada.
-Bueno, me es igual lo que esperase, déjese de estar ahí de pie como un perchero y siéntese de una vez, Bruc.
Casi impulsado por un resorte invisible, me senté en la silla que había libre, no pude dejar escapar el detalle de que mi silla, estaba más lejos del Dictador, que la de Marcos, ¿casualidad o acercamiento real entre ambos?, ¿me estaba volviendo paranoico o realmente veía las cosas más claras que de costumbre? Ya no sabía que pensar.
-Bien, ahora que el señor Bruc ha decidido sentarse a escuchar, pasaré a comunicarles la decisión que he tomado respecto a quién debe sustituir a Lorena.
Hizo una pausa y nos miró fijamente. Cuando su mirada se posó en Marcos, éste le sonrió y el Dictador le devolvió la sonrisa, en ese momento me di cuenta de que ya no tenía nada que hacer, ellos ya lo habían decidido y yo estaba fuera, pero claro no todo podía ser tan simple, aún había más sorpresas.
-No ha sido una decisión fácil y tampoco la he tomado a la ligera. He sopesado todas las posibilidades y al final he tomado la decisión que he creído más adecuada. Mi decisión es que sea el señor Santos el que pase a sustituir a Lorena, debido a su trayectoria profesional- De lameculos- y a que él ya está trabajando en ese mismo departamento. Por ese motivo, le comunico señor Bruc, que usted pasará a trabajar en el puesto del señor Santos desde este mismo momento.
-Pero Señor, entiendo que le haya dado el puesto a Santos, pero no acabo de entender el que me trasladen de sección, creo que mi responsable está contento con mis resultados.
-Pues estás equivocado Bruc- Por qué coño me respondía el idiota de Marcos- Tu supervisor está muy descontento de tus resultados, dice que desde hace unos meses, exactamente desde que comenzaste esa relación con Susana- Con que era eso, todo era por Susana, por maldita envidia, sabía que Marcos estaba loco por ella, pero que llegase a esto para joderme por sus puñeteros celos-, tus números son cada vez peores, que tienes mala relación con el resto de tus compañeros y que utilizas cualquier excusa para escaqueare de tu puesto para ir a verla.
-Por esos motivos, señor Bruc, hemos decidido que un traslado sería lo mejor para todas las partes. El señor Santos lo tendrá controlado muy de cerca para evitar que su caída en esta empresa afecte al resto de sus compañeros y a ser posible usted vuelva a ser un empleado modelo.
Esto no me podía estar pasando, joder, lo que buscaban era quemarme para que me fuese, ese maldito cabrón le había comido la cabeza a todo el mundo y había conseguido que me pusieran en sus manos. Cómo había sido tan estúpido de no darme cuenta y cómo fui tan estúpido de dejarme llevar por la rabia.
-¡Pero qué cojones me estas contando, qué coño es lo que queréis, ¿queréis que me vaya?, ¿eso queréis?, pues podéis estar más que contentos, voy a daros esa satisfacción! ¡Podéis meteros el puesto por el culo, porque yo me largo de esta mierda de empresa! ¡Que os den!
Acto seguido, sin dejarles responderme, me levante de la silla y salí del despacho, evidentemente, dando un portazo, lástima que la puerta no tuviese un cristal que se rompiese, hubiese dado un poco más de estilo a mi salida furiosa.
Me dirigí a los vestuarios a recoger mis cosas, el resto de compañeros me miraba sin saber muy bien qué decir, o bien ya sabían lo que iba a pasar en el despacho o mi cara les dijo que era mejor mantenerse callados. La verdad es que me daba igual sus motivos, agradecí que no me tocasen las narices con preguntas estúpidas.
Después de pelearme con el puñetero candado de la taquilla, conseguí abrirla y coger mi chaqueta y las cuatro tonterías que tenía guardadas, más por recuerdo que por utilidad. Salí del edificio sin ni siquiera molestarme en fichar, que lo hagan los informáticos, y tiré mi tarjeta en la primera cloaca que encontré al salir. 
Estaba increíblemente rabioso, tenía unas ganas locas de ponerme a gritar a todo el mundo que pasaba a mi lado y aunque sabía que no estaba en las mejores condiciones para ponerme a conducir, fui directo a por mi coche. Necesitaba relajarme, y sólo había dos cosas que lo hiciesen, una de ellas era echar un polvo, algo que era un poco difícil en este momento, y la otra era conducir. Desde siempre me había relajado y ahora mismo lo necesitaba con urgencia.
Que tonto fui en ese momento, y no me refiero por el numerito del trabajo, realmente creo que ese fue una de las mejores decisiones de mi vida, si tienes algo claro, mejor no esperar para hacerlo. No, me refiero a coger el coche, ya que aunque aún no iba a cerrar este día tan rematadamente malo, sí que iba a poner su granito de arena en estropeármelo un poco más. Definitivamente no me tenía que haber levantado hoy de la cama.
Abrí la puerta del vehículo y me senté en el asiento del conductor, agarré con fuerza el volante, tanto que los nudillos de las manos se me pusieron blancos y dejé que la rabia que me comía por dentro saliese. Me puse a gritar como un histérico y a golpear el volante con los puños, estuve así unos diez minutos, hasta que ya me dolía la garganta de chillar.
Después del numerito un tanto peliculero, respiré hondo y arranqué el coche. Se encendió la luz de que debía ir a pasar la revisión, pero no le di importancia y me puse en marcha en dirección hacia la autopista, donde esperaba poder quemar la adrenalina conduciendo como un loco, sí, sé que podía poner en peligro a otras personas, pero en ese momento no me importaba nadie más que yo mismo. Ojalá hubiese sido cierto.
Por raro que parezca, mi día aun tenía que empeorar un poco y para ayudar en esa loable tarea, mi coche decidió que me jodiese y que me iba a dejar tirado antes de ni siquiera salir de la ciudad, al menos tuvo la delicadeza de hacerlo poco a poco y no de golpe.
Conseguí apartarme en el arcén y puse las luces de emergencia, tendría que haber llamado a la grúa y haberla esperado, pero lo último que me apetecía era hablar con alguien y mucho menos tener que esperar como un tonto en el coche a que me viniesen a buscar, así que me bajé del coche y me fui, era una estupidez, pero qué voy a decir, no era mi mejor momento.
Por la zona en la que me encontraba sabía que había una parada de autobús que me dejaría cerca de mi casa, no era lo que más me apetecía, pero era la mejor opción, o eso creía.
Caminaba deprisa, sin fijarme en nadie de mi alrededor, le daba vueltas a todo lo que me había pasado ese día y la mala suerte que estaba teniendo, o no. Todo lo que hasta ahora había considerado mala suerte, a lo mejor no lo era, ahora se me habría un mundo nuevo de oportunidades que hasta este momento no había sido capaz de ver.
Siempre había tenido relaciones difíciles, incluso podría decirse que las buscaba intencionadamente, supongo que por el morbo de conseguir algo que desde un principio podría parecer improbable. Ahora, después de lo de Susana, me planteaba las cosas de otra manera. Debería ser capaz de darme cuenta de que esa no es la persona más adecuada para mí, en vez de tirarme sin paracaídas a por ella, el no confiar ciegamente en lo que esa persona me pudiese decir, si no en lo que me demostrase, realmente había sido un poco estúpido hasta ahora.
Por otro lado, el haberme quedado sin trabajo, me daba la posibilidad de expandirme y dejar atrás las ataduras que dan el costumbrismo y la tranquilidad que dan un salario mensual fijo, es decir que estaba hasta los cojones de hacer siempre lo mismo y que ya era hora de que cambiase de aires. Por fin podría hacer cosas nuevas y quién sabe, a lo mejor intentaba cumplir mi sueño de pequeño y dedicarme a escribir, tenía tantas puertas que elegir, realmente este día no estaba siendo tan malo como pudiera parecer en un principio.
Luego estaba lo del coche, se había estropeado, que le den, ya era hora de que cambiase y me comprase uno nuevo, que el pobre tenia más de quinientos mil kilómetros, hacia demasiado que me estaba pidiendo la jubilación y este era su momento.
Si definitivamente le iba a dar la vuelta completa a mi vida, esto es lo que había esperado hacia tanto tiempo, una señal del cielo que me hiciese comprender que lo bonito de la vida es vivirla intensamente y no dejar pasar los días en un trabajo monótono, en relaciones que sabes que no van a funcionar y sin gastar el dinero siempre pensando en lo que pueda pasar.
El paseo me estaba sentando fenomenal, solo necesitaba reflexionar y darme cuenta del verdadero significado de los sucesos de aquel día, lo que no esperaba es que mi vida fuese a dar la vuelta tan rápido, y menos de aquella manera.
Porque si no me hubiese puesto de buen humor mientras paseaba, no hubiese hecho jamás la locura que estaba a punto de hacer y es que, cuando ya llegaba a la parada del autobús, un niño consiguió soltarse de la mano de su madre y bajar de la acera para recoger una pelota que se le había escapado, en ese momento un coche venia a más velocidad de la que debía y no vio la pequeña figura que recogía su pelota.
Si yo en aquel momento hubiese seguido estando deprimido, iría mirando al suelo y me hubiese dado cuenta tarde, pero además si no hubiese estado de buen humor seguramente no hubiese corrido a sacar al niño de la carretera y el coche no me hubiese atropellado y es que como os había dicho, hoy había sido realmente un muy mal día.
Porque que te atropelle un coche no es algo que recuerdes como bueno, pero además no sabía muy bien porque me había lanzado a salvar a ese pobre niño, ya que yo nunca había sido el tipo de persona que estuviese dispuesta a sacrificarse por otra persona y menos aun por alguien a quien ni siquiera conocía. No entendía que clase de impulso me llevo a hacer eso y en ese momento no podía dejar de pensar que yo no debería estar salvando al niño, pero mientras mi cabeza me decía eso, mi cuerpo se dirigía a ese destino final que para mi gusto llegaba demasiado pronto.
Ahora, he de admitir, que visto todo desde la perspectiva que te da el tiempo, me doy cuenta que si no hubiese salvado a aquel niño, mi día hubiese sido mucho peor, ya que siempre me devoraría por dentro el no haber hecho nada y que siguiendo la línea de pensamiento que me condujo hasta ese fatídico hecho.
He de admitir que creo que es una de las mejores maneras de morir que puede tener alguien, salvando la vida a otra persona y que realmente todo lo sucedido hoy a servido para que sea mucho mejor persona, porque todas las cosas que nos pasan pueden ser buenas o malas según desde el punto de vista que las mires y es ahora cuando me doy cuenta de que realmente no tuve un mal día, estoy seguro que podría considerarse el mejor día de mi vida.
Por cierto, morirse no es tan malo, bien es cierto que no hay un túnel con una intensa luz al final, ni un coro de ángeles, ni revives todos tus mejores momentos, simplemente apareces en una enorme sala blanca vacía a excepción de un cartel que pone “Si estás leyendo esto es que estas muerto”, pero teniendo en cuenta que yo creía que simplemente dejabas de existir, pues oye, este sitio no esta tan mal. 
Vale, este sitio es una mierda, debo llevar aquí por lo menos un siglo, en vez del cartel podrían haber puesto una televisión o una radio, empiezo a creer que lo de que se te pasa tu vida en imágenes cuando vas a morir se refiere a esto, llevo tanto esperando que ya he repasado varias veces mis recuerdos, y algunos no los debería haber repasado tan minuciosamente. Me parece increíble que aun estando fiambre la sangre llegue hasta según que sitios, que ahora que lo pienso, como es que sigue circulando la sangre, porque pulso tengo y no me ha hecho falta comprobarlo. Empiezo a tener sed, como puede ser, eso tampoco tiene demasiado sentido.
Si que lo tiene.
-¿Quien ha dicho eso?
Es muy extraño, la sala sigue vacía, no hay nadie y además la voz ha sonado sorprendentemente clara, como si la escuchase en mi cabeza en vez de por los odios, y al contrario que la mía, carecía de eco.
He sido yo. Te decía que si que tiene sentido, ya que no estás técnicamente muerto.
-Como no voy a estar muerto, si me atropello un coche y estoy aquí, sabes, esto no tiene pinta de ser la sala de espera de un hospital.
Y no lo es, y lo de tu muerte es más difícil de explicar.
-Pues ya me dirás tu donde está la dificultad, si estoy muerto, estoy muerto, no hay mas historia.
Veras, por un lado sí que deberías estar muerto, pero por otro no.
-Esto no tiene sentido. ¿Y con quién demonios estoy hablando?
Si dejases de interrumpirme te lo podría explicar. Y estas hablando con la Muerte, así que un poquito de respeto.
-De verdad esperas que me crea que tú eres la Muerte, es decir, de verdad esperas que me crea que hay una Muerte.
Esto ya es lo más absurdo que me puede pasar hoy. Esto tiene que ser una mala jugada de mi mente, a lo mejor no morí en el accidente, solo estoy en inconsciente o en coma y es mi cabeza la que se está imaginando todo esto, o incluso es un sueño y no ha pasado nada hoy.
Si, claro, será eso, estas en coma en el hospital y todo esto es un mecanismo de defensa de tu imaginación.
-Eso explicaría por qué sabes lo que pienso. Y es mejor explicación que no que tú seas la Muerte.
No intentes engañarte y fíate de tu escaso instinto, el mismo que te decía que estabas muerto.
-Pero si me acabas de decir que realmente no estoy muerto, ahora me dices que siga mi instinto que me dice lo contrario, no tiene ningún sentido.
Si me dejas que te lo explique acabaremos antes.
-Joder. Está bien, explícate de una vez.
Gracias. Veras, debido a tu pequeño encontronazo con el coche, tu deberías haber muerto, como es normal, pero lo que no es normal es que fueses tu el que se comiese el coche, ya que debería haber sido el niño.
-Pero no lo entiendo, no se supone que cuando llega tu hora nada lo puede cambiar.
No exactamente, todos vais a morir en algún momento, y son vuestras acciones o las de los demás las que lo deciden, no yo. Yo lo que hago es un cálculo aproximado de eventos, es decir, por ejemplo hoy, según mis cálculos había cuatro posibles muertes en tu accidente. 
Estaba la del niño, ya que nadie podía salvarlo, estaba la de la madre que conseguís poner a salvo a su hijo, la del conductor que conseguía esquivarlo pero el moría al chocar contra la pared y la tuya. De esa cuatro muertes por las decisiones de cada uno de vosotros hacia que fuese la del niño la más posible, ya que la madre se quedaría paralizada por el miedo, para el conductor su reacción más lógica era frenar y no esquivarlo y tu debías ir absorto en tus problemas y no tendrías tiempo a reaccionar.
-Pero yo estaba de mejor humor y por eso vi al niño como se le escapaba a su madre.
Si, pero no, por tu forma de ser, tus experiencias anteriores y en definitiva, lo que te define como tú mismo, aun estando de buen humor no deberías haber saltado a salvar al niño. Precisamente por eso estas aquí en mi presencia, en vez de estar muerto.
-Lo que me estas intentando decir es que yo siempre hubiese valorado mas mi vida que la del niño y nunca lo hubiese intentado salvar si con ello ponía en peligro mi vida.
Tú lo has dicho.
-Pero eso no es tan raro, las personas hacen constantemente cosas que normalmente no harían, no sé por qué te extraña tanto mi comportamiento.
En eso estas muy equivocado, eso que vosotros decís de hacer algo que normalmente no haríais, realmente son cosas que debido a las circunstancias del momento si que hacéis. Te puedo asegurar que llevo mucho tiempo haciendo este trabajo y se de lo que hablo, normalmente esas cosas las hacéis inducidos por presiones externas o que vosotros mismos buscáis sorprender o dejaros llevar, pero cualquier buen observador se daría cuenta de que no es algo que se salga mucho de vuestra línea.
-Creo que estas equivocada, a las personas no se nos puede enmarcar en un tipo de respuestas o reacciones, somos imprevisibles.
Te lo digo en serio, llevo mucho tiempo estudiándoos, cuando te digo de que no sois tan imprevisibles como creéis, estoy hablando muy en serio y esa es la razón por la que estás aquí, porque tú sí que me has sorprendido y no tires de falsa modestia, que no es lo tuyo.
-Entonces me estás diciendo que nuestro destino está escrito y que es imposible librarse de él.
No estoy diciendo eso, la vida está llena de posibilidades, son las decisiones que tomamos las que nos marcan el camino a seguir, pero tú siempre puedes cambiar y coger otro camino, si el destino fuese inevitable, tu no estarías aquí, ya que el que hubiese muerto hubiese sido el niño, pero tú hiciste algo que yo no esperaba y por eso estas aquí. ¿Lo entiendes?
-No lo sé, son muchas cosas que asimilar, creo que aun estoy por lo de que estoy muerto y que en realidad no lo estoy.
Veras, cuando llevas mucho tiempo haciendo algo que siempre es lo mismo y que nunca te sueles equivocar, cuando encuentras una novedad, algo inesperado, eso que has encontrado hace  que sientas una nueva curiosidad y que busques volver a vivir esa sensación otra vez. Por eso te he traído hasta aquí justo antes de que murieses, quiero proponerte una cosa. 
-¿No querrás tener un hijo conmigo?
¿Por qué iba a querer tener un hijo contigo? ¿Que clase de cosas tienes en la cabeza?
-Pues...
No respondas, es una pregunta retórica, una de mis facultades es la de leer la mente, lo normal sería que te hubieses dado cuenta.
-Si que me he dado cuenta, hasta ahí llego, eso sí, no pidas mucho mas.
Ya me estoy dando cuenta de que no puedo pedirte mucho.
-Bueno, ahora en serio, ¿que es lo que me quieres pedir?
Quiero entender cómo pudiste salirte de mis cálculos, quiero saber como si tu muerte era la última opción y ni siquiera salía en mi esquema se ha convertido en la primera y lo más importante, porque lo hiciste.
-La respuesta a todo eso es la misma. No lo sé.
Ya me imaginaba que no tendrías una respuesta a eso, por eso quiero hacerte una proposición.
-¿No querrás tener un hijo conmigo? Oh, espera, que eso ya te lo he dicho antes, espero no haber perdido mi chispa al morir.
Tranquilo, tu chispa es como tu vida sentimental, nunca la has tenido.
-Eh, la Muerte tiene sentido del humor, espera, haces unas gracias de morirse. Admítelo, ese ha tenido gracia.
No.
-¿Como que no? Gracias de morirse, ya sabes, porque tú eres la Muerte. Venga Morti.
No ha tenido gracia y no me llames Morti, ese era mi padre. Ves eso si que ha sido gracioso.
-Ni de coña, como mucho un amago de infarto o una equivocación medica.
Ya está bien, vamos a dejarlo aquí.
-Vale, que me quieres proponer.
Como ya te he dicho siento curiosidad hacia las cosas nuevas, así que me gustaría ver más de lo que puedes hacer.
-Pero si estoy muerto, ¿que vas a ver así?
Por eso te he dicho que en realidad no estás muerto. Yo te he traído aquí justo antes de que murieses, es mas juraría que esto ya te lo he explicado.
-Anda, es verdad que ya me lo habías explicado, con todo lo de casi morirme se me había olvidado.
Oye, de verdad, tanto te costaría estarte un rato callado y dejarme acabar mi explicación.
-Si, perdona, es que estoy un poco emocionado, no estoy muerto, la Muerte siente curiosidad por mí, son muchas cosas y cuando estoy nervioso hablo y digo más tonterías que de costumbre.
Se nota, pero ahora por favor, cállate un rato.
-Está bien, me callo.
Gracias. Bien, como te estaba contando, he sentido curiosidad al respecto de por qué alguien como tu ha tomado una decisión que nunca debería haber tomado y me gustaría saber, si ha sido algo puntual o es que tú haces esas cosas habitualmente.
-No es por interrumpirte, pero si lo hiciese habitualmente, entonces no sería algo fuera de lo normal y tú no sentirías curiosidad, ¿no?
Ehm, pues creo que tienes razón, bueno a lo que me quiero referir es que quiero saber si el cambio que has experimentado ha sido algo puntual o es permanente, si eso es.
-Te encanta tener siempre la razón.
¿Por qué dices eso, no te entiendo?
-Venga, vamos, acabas de cambiar por completo lo que has dicho solo para no darme la razón, que no soy tonto.
Eso es cuestión de opiniones, y si estoy acostumbrada a llevar la razón, gracias.
-De nada.
Bueno, como iba diciendo, el caso es que me gustaría seguir estudiándote y para ese objetivo eh decidido darte una segunda oportunidad.
-Es decir, que me vas a devolver a la vida que tenía antes para ver si mi cambio es general. 
No exactamente, veras, si que te voy a devolver a la vida, aunque técnicamente no estés muerto, pero no vas a recuperar tu vida anterior. No tendría ninguna gracia, no podría disfrutar viendo tu progresión, ya que en esencia tu vida no cambiaría, vale que a lo mejor parte de ella ha cambiado debido a tu despido y tu nueva perspectiva respecto a las relaciones, pero no tendrías que tomar decisiones difíciles, básicamente volverías a dejarte llevar por la corriente, ya que tu entorno en si no habría variado.
-Te encanta escucharte a ti misma, como te enrollas.
No tengo a nadie que me escuche, las almas de los muertos no son una gran compañía, déjame disfrutar de alguien que me escucha, aunque sea un pesado como tú.
-Vale, vale, perdona, puedes seguir con tu disertación.
Gracias. Lo que voy a hacer es devolverte a la vida, pero no a tu vida, si no que te pondré en un lugar en el que tendrás que tomar decisiones que afectaran tanto a tu vida como a la de los que te rodean y así podre comprobar si te sigues saliendo de mis cálculos.
-Pero eso no es un tanto peligroso. Y si me equivoco y muere gente por mi culpa, eso es mucha responsabilidad.
Por eso es perfecto, ahora tendrás que tomar decisiones que de otra manera le hubieses dejado a otro, así yo conseguiré mi objetivo.
-No sé, no me hace mucha gracia, la verdad.
Piensa, que igual que les puede costar la vida, también es posible que se la salves a más de uno, igual que has hecho hoy con el niño. 
-Pero es que todo esto no tiene sentido, joder...
No digas palabrotas, que hablar bien no cuesta una mierda.
-Vale muy graciosa, me muero de risa. Lo que quiero decir que esto es lo más absurdo que me podría pasar, es decir, me atropella un coche y en vez de morirme, la Muerte me trae a vete tú a saber dónde y dice que me ofrece seguir viviendo para poder estudiarme. Es más posible que este en coma en un hospital a que esto esté pasando.
Puedes pensar lo que quieras, pero si esto es un sueño o una fantasía comatosa, que te impide seguirme el juego, si nada de esto es real, no hay nada en juego y tú no pierdes nada. Por otro lado, si todo esto es real y aceptas mi propuesta, tendrás una segunda oportunidad, algo que no todo el mundo tiene y te aseguro que no te vas a aburrir en tu nueva vida. Así que tú decides mi joven aprendiz.
Que puedo hacer, la Muerte tiene razón, si todo esto no es real, porque me voy a preocupar por nada, total solo es mi imaginación, pero si es real, esta poniendo las vidas de otras personas en mis manos y yo no estoy preparado para eso. Por otro lado, también tiene razón en lo de que es posible que gracias a mi aparición, salve la vida de otras personas, si ella, o el...
Siento interrumpir tu monologo interior, pero prefiero ella, aunque realmente no soy ni una cosa ni la otra, pero no se siempre me ha hecho gracia lo de ser La Muerte, ya puedes seguir.
-No me gusta eso de que sepas lo que pienso.
No es para tanto, lo malo es cuando alguien te prepara una sorpresa, que siempre me entero, me acuerdo cuando me quisieron hacer una fiesta sorpresa para mi cumpleaños y claro yo ya lo sabía, intente parecer sorprendida, pero nunca se me dio bien actuar y menos mentir.
-¿Lo estás diciendo en serio? ¿Tú celebras tus cumpleaños?
No, estaba bromeando. Soy eterna y aquí no pasa el tiempo, además, ya te había dicho antes que no tengo gente con la que hablar, quien me va a preparar una fiesta. Realmente hay que explicártelo todo.
-Vale, lo siento, es que solo eres una voz en mi cabeza, que no tiene ningún tipo de variación en el tono, es difícil saber cuando estas bromeando.
Pues peor sería si estuviese ahí, piensa que la representación clásica que tenéis de mi, que es la que más me gusta usar, ya sabes, la de el esqueleto con la túnica y la guadaña, te sería más difícil de saber si voy en serio o en broma, por lo de la sonrisa permanente que me gasto.
-Como puedes ser así alguien que se encarga de matar a la gente.
Primero, yo no me encargo de matar a nadie, yo me encargo que vuestra energía vital o alma, como prefieras llamarlo, vaya donde debe ir. Y segundo, ya te lo he dicho, paso mucho tiempo sola, cuando cojo a alguien con quien poder hablar, pues me tengo que desahogar y estamos hablando de mucho tiempo pensando cosas y haciendo gracias para mí misma.
-Eh, vaya, yo lo siento, no sabía que fuese tan solitaria tu existencia.
Tonto, has picado, estaba de coña, venga sigue con tu monologo interior y dame ya una respuesta.
-Ya te vale.
Menuda Muerte más rara, la verdad, si alguna vez hubiese imaginado como seria conocerla, nunca lo habría imaginado así. Bueno, por donde voy, a si por lo de salvar las vidas de las personas, si ella tiene razón y mi presencia puede alterar sus cálculos, a lo mejor podría salvar la vida de otros en vez de condenarlas, así que no solo tendría una nueva oportunidad, sí no que encima estaría haciendo de héroe, y si además me tocase una vida llena de aventuras y no otra vida de esclavo del trabajo y de la mentira social que es la sociedad actual, pero eso seguramente no haría más que demostrar que la teoría de que esto es un sueño es la verdadera. 
Estoy hecho un lío, una segunda oportunidad es algo que no pasa todos los días y desaprovecharla sería una estupidez por mi parte, pero hacerlo bajo las condiciones de la Muerte, es algo que no me acaba de gustar, seamos sinceros, tiene pinta de ser un poco manipuladora.
No te pases, que te estoy oyendo.
-Lo siento. No, no lo siento, deja de escuchar mis pensamientos, necesito un poco de intimidad.
Pero estas en mi reino, aquí nadie tiene intimidad.
-Pero necesito pensar y contigo interrumpiéndome a cada momento es muy difícil.
Pues no tardes tanto, que tampoco te va la vida en ello.
-De verdad, deja de hacerte la graciosa.
No creo. Se me hace raro que aun no me hayas preguntado ni como, ni donde seria tu nueva si aceptases el trato, no se a lo mejor te gusta más que la antigua.
-Pero es que no es el hecho de que me guste más o menos esta nueva vida, es más lo que conlleva tu experimento.
Ves, a eso me refería, tu antiguo tu hubiese querido saber de qué se trataba y si era mejor se hubiese decidido rápidamente, en cambio ahora estas dudando sobre la moralidad de lo que te ofrezco. Eres el sujeto perfecto.
-Muy bien, eso lo entiendo, pero mi yo actual tiene que pensárselo muy bien y tu no me estas ayudando.
Vale, de acuerdo. Necesitas un momento de soledad para darle vueltas al coco, pues yo te lo daré, cierra los ojos y aguanta la respiración.
Estoy un poco preocupado, pero aun así cierro los ojos y aguanto la respiración, espero algún tipo de sacudida que me indique que comienza lo que sea que me vaya a hacer la Muerte, pero no ocurre nada.
Cuando no puedo aguantar más la respiración abro los ojos esperando estar en algún otro lugar, evidentemente mi sorpresa viene al ver que estoy en el mismo lugar y la risa de la Muerte suena en mi cabeza.
Hay que ver que inocente eres, de verdad esperabas que te mandase a algún otro lugar, chico la única manera de salir de aquí vivo es aceptar mi oferta.
-Me empiezas a caer muy mal, que lo sepas.
Si, de verdad, entonces te borro de mi lista de amigos del Facebook. Que voy a hacer ahora, no le caigo bien a Javi, pobre de mí.
-Como puede ser que no tengas amigos, con ese sentido del humor tan refinado que tienes.
Oh, cuidado, tu sarcasmo me mata.
-No me vas a dejar a solas para pensar, ¿verdad?
No.
-Ya te vale, a todo esto, según tus cálculos, ¿cual sería mi respuesta?
Pero si te lo acabo de decir.
-Ya, pero es que no te hago mucho caso, me pasa a menudo.
Según mis cálculos deberías haber aceptado después de preguntarme como seria tu nueva vida, contento.
-No mucho la verdad, no me es de mucha ayuda.
Es lo que hay, nene. No te puedo decir más.
¿Que debo hacer? Sé que la Muerte busca que acepte el trato y por eso no pone más de su parte, pero seguramente aunque fuese imparcial también me costaría decidirme, nunca he sido el tipo de personas que se deciden rápido, siempre me gusta darle vueltas a la cabeza, ver las cosas desde todas las perspectivas, ahora que lo pienso, ¿por que me ha dicho que según los cálculos debería haber aceptado al saber cómo sería la nueva vida?, si esa no es mi manera de ser.
Por el sencillo motivo de que los humanos no os conocéis tan bien como creéis, lo que vosotros dais por sentado de vuestra manera de ser no significa que se cumpla siempre. Sí que es cierto que eres una persona que le da muchas vueltas a las cosas, pero cuando algo te llama la atención te decides muy rápido. En realidad lo que te pasa es que eres capaz de analizar muy bien las situaciones y si tienes que decidir algo rápidamente lo haces y sigues hacia delante, pero también tienen muy baja la autoestima y si tienes tiempo para pensarlo es cuando te entran todas las dudas y le das vueltas a la cabeza. Entiendes.
-Y eso es así porque tú lo dices.
No, eso es así porque tú sabes que eres así. Vamos, en el momento en que viste lo que le iba a pasar al niño vistes todas las posibilidades e incluso todas las consecuencias para ti, si hasta te gusto la idea de morir como un héroe, no me venga ahora con que no eres así.
-Puede ser, pero si soy así, como es que no salió todo como tenias planeado.
Oye, empiezo a pensar que eres tonto. Cuando viste todas las posibilidades, te deberías haber dado cuenta que no iba a ser bueno para tu salud el saltar delante de un coche y hubieses preferido que cascase el niño.
-No, si que suelo valorarme por encima de los demás, pero jamás dejaría que un niño muriese.
Primero, en el mundo mueren un montón de niños al día y tú no haces nada para ayudarles. Segundo, eres una persona egoísta, aunque a veces hagas cosas para quedar como que no, lo eres y lo sabes, nunca has hecho nada que sea puramente altruista, así que no me vengas con esas.
-Pero nadie hace nada puramente altruista, ya sea por el simple hecho de sentirte bien contigo mismo.
Entonces, ¿por qué saltaste delante del coche para salvar a un niño que no conocías de nada? Eso es lo que yo quiero saber.
-Ahora eres tú la que no se acuerda de lo que le dicen, no sé porque lo hice.
Esta conversación está empezando a ser un poco repetitiva, parece una discusión de pareja, en la que claramente tienes las de perder.
-Esta bien, ¿en qué consistiría mi nueva vida en caso de que aceptase?
Bien, ese es el comienzo. Bueno, es un poco largo de explicar...
-No me digas, como si no te gustase a ti hablar ya de por sí, encima una historia larga, genial, no te importa que me siente, ¿verdad?
Haz lo que quieras. Bueno, primero te pondré en antecedentes, desde que los humanos tenéis consciencia me habéis tenido un miedo atroz y siempre habéis buscado formas de burlarme o de ganaros mi favor cuando llegue el momento de nuestro encuentro, el caso es que por lo menos la segunda nunca ha funcionado...
-Un momento, estás diciendo que alguien ha conseguido librarse de la Muerte, que hay gente inmortal.
No me gusta que me interrumpan.
-Lo siento, es que lo cuentas así de esa manera, ya sabes, diciendo cosas importantes, pero sin decirlo claramente, y no me puedo resistir.
Pues te resistes, vale.
-Este bien.
Bueno, como iba diciendo, lleváis toda vuestra existencia intentando libraros de mí, o por lo menos estar muy bien cuando lleguéis aquí, el caso es que como es lógico, a mi no se me puede untar, pero sí que se ha conseguido no llegar hasta mi puerta. Supongo que habrás leído u oído historias sobre criaturas antinaturales, como vampiros, brujas, demonios, ángeles, licántropos. Pues veras, no son historias, son reales, ellos son los que han conseguido evitarme.
-No me lo puedo creer.
Eso lo dice el tío que debería estar cadáver, pero en su lugar está vivo y hablando con la Muerte.
-Touchée. 
Bien, el caso es que esas criaturas, cada una a su manera, han conseguido librarse de su destino final y eso producía un desequilibrio que tenía que ser reparado. Antes lo que hacía era meter un poco de mano, la paranoia y la histeria de los humanos hacían el resto. Claro, lo que me funcionaba antes, ahora ya no funciona, la gente, pese a que es mas desconfiada y a la mínima la pueden liar, también han conseguido más medios para conseguir información, lo que ha hecho aumentar el número de personas que no mueren, si a eso le sumamos que han aprendido muy bien a ocultarse y a controlar todo lo que les rodea, hace que mi trabajo sea más difícil.
Por eso, con cierta ayuda, funde en varias ciudades grupos que se dedicaban a cazarlos y hacer que el universo recuperase parte de su equilibrio. Cada uno es diferente, tienen diferentes estilos, adecuados para la fauna que haya a su alrededor. En uno de esos grupos quiero que estés, todos ellos son buena gente, siempre que seas de mente abierta y no te tomes las cosas de manera literal, claro.
-Quieres que me dedique a matar a gente que no puede morir, eso es un poco difícil.
No se puede evitar el morir de forma definitiva, todos ellos tienen alguna manera de pasar al otro barrio, aunque admito que no es tan fácil como lo pintan en las películas y las fábulas.
-Y que hay de eso de no interferir, antes has dicho que tú no podías “ayudarnos” a morir, pero diría que es lo que estás haciendo con ellos.
Te he tenido que repetir las cosas varias veces, pero de eso si que te acuerdas. Ellos rompieron las normas primero, yo simplemente me adapto a su juego.
-¿Y cómo sería el grupo al que me quieres unir?
Es uno de los grupos más reducidos, obtienen resultados, aunque no son los mejores. Ya les iras conociendo, te llevaras bien con ellos, por lo menos con la mayoría.
-¿A qué te refieres con lo de por lo menos con la mayoría?
Hombre, no puedes esperar llevarte bien con todo el mundo. Te mentiría si te dijese eso y yo nunca miento.
-Pues no me ayudas mucho con esa información. Es que realmente no me has dicho nada.
Si que te he dicho. Te encargarías de matar a seres inmortales, vivirías aventuras y de vez en cuando, coincidiendo con la llegada del verano, salvarías el mundo.
-Eso parece mas Buffy cazavampiros, que mi futura vida. Además no puede ser tan fácil como una serie de televisión. En la vida real la gente se muere.
Claro y eso es lo que tú puedes evitar.
-Pero como voy a evitarlo. No sé nada de cazar vampiros, hombres lobo o momias. No tengo superpoderes. Hasta el vampiro más débil me comería.
Cuanto daño ha hecho la televisión. Que te hace creer que un vampiro es más fuerte que una persona normal. Solo tiene más experiencia. Pero hay de todo, algunos mantienen una buena forma física, pero otros viven en la opulencia atiborrándose de comida y engordando como cerdos.
Las brujas suelen ser más peligrosas. Ellas sí que tienen poderes. O los licántropos, en su forma bestial pueden acabar con varios hombres y en su forma humana mantienen algunos de sus rasgos animales.
Lo demonios también son poderosos, aunque es muy raro que se vea alguno sin que haya poseído a un humano, con lo cual solo tiene los conocimientos demoníacos, pero su cuerpo es el de una persona normal.
Luego están los ángeles, eso ya es otra cosa, pero a su manera, ellos están de nuestro lado, así que por eso no te debes preocupar. En resumen, que no tienes que tener miedo de ellos. Ya te enseñaran la mejor manera de acabar con todos.
-Me dejas mucho más tranquilo. 
¿Has tomado ya una decisión? No tenemos todo el tiempo del mundo.
-No sé qué hacer. Esta no es una decisión fácil que se pueda tomar a la ligera.
A quien estas intentando engañar. Siempre has deseado una vida llena de aventuras. Eso es lo que yo te ofrezco. Déjate llevar, vive la vida que siempre has querido.
-No joder. Una cosa es lo que sueñes y otra muy distinta la realidad. Claro que siempre he querido vivir aventuras, jugarme la vida, salvar la de otros, sentirme vivo. Pero hay una razón por la que no lo he hecho y es que realmente no quiero morir, ni que nadie muera por mi causa.
Ya estás muerto y las vidas que podrías salvar no te importan.
-¿Por qué me van a importar si no las conozco? En cambio si me uno a tu grupo, ya los conocería y si alguno muriese porque yo no estoy preparado no me lo podría perdonar. Yo no soy un héroe, solo soy un tío que estaba en el momento equivocado en el sitio equivocado.
Que te crees, que todo el mundo nace enseñado. Que la gente que se arriesga cada día por otros no tiene miedo. El miedo se supera, se sigue hacia adelante y haces lo que debes hacer. No siempre sale bien, pero al menos lo intentas. No te rindas antes de intentarlo. Puedes marcar la diferencia.
-No, no lo sé. Como alguien normal y corriente puede marcar una diferencia. Ni siquiera la marcaba en la gente que conozco.
Todo el mundo marca una diferencia. A veces son más claras, otras veces no se ven a simple vista, pero todos lo hacéis. Tú tienes la oportunidad de hacer algo grande y aun dudas de que es lo correcto.
-Satisfacer tu curiosidad no es hacer algo grande.
Mi curiosidad solo es el camino que te lleva a tu segunda oportunidad. Eso es algo que nadie ha tenido. Algo he visto en ti que me haga dártela. Tú puedes aprovechar esto y darle un cambio a tu vida.
No te lo tomes como un experimento. Te lo tienes que tomar como lo que es, la mayor oportunidad de tu vida de hacer algo que valga realmente la pena. Hoy has muerto por otra persona, mañana podrías salvar muchas vidas.
-Pero como quieres que sobreviva en un mundo que desconozco y claramente hostil.
Pues como siempre habéis hecho los humanos, adaptándote y aprendiendo. Puede ser que muera gente, pero yo creo que puedes salvar a mas de las que perderás.
-Para ti todas las vidas son iguales, tú no tienes lazos. Las personas podemos sacrificar a un millón de desconocidos por salvar a una sola que conozcamos. Perder una sola de alguien cercano no compensa el salvar muchas que no conozco. ¿Cuantas personas crees que aceptarían que un ser querido muriese a cambio de una cura para el cáncer? Sabes la respuesta tan bien como yo.
En otras circunstancias te daría la razón, pero tú has demostrado lo contrario, al sacrificarte por un niño que no conocías de nada. Tu vida es menos importante que la de alguien cercano, yo diría que no.
-Que poco conoces a las personas. 
Pues a lo mejor sí que las conozco poco, por eso quiero aprender más. Tú me puedes ayudar.
-Te estás quedando sin argumentos. Estas muy acostumbrada a tener la razón y no sabes debatir.
Mira chico. Yo ya no te voy a decir nada mas, decídete de una vez y haz lo que tengas que hacer. Tienes una oportunidad única, si tu prefieres desperdiciarla, allá tu, te devolveré a donde te toca, morirás y todo seguirá exactamente igual. Si en cambio aceptas, puedes cambiar las cosas, arriesgarse es difícil, en ningún momento he dicho lo contrario, tu veras.
Sé que tiene razón, me jode, pero la tiene. Si no acepto, moriré y nada cambiara, pero tengo la posibilidad de hacer algo y estoy aquí como un estúpido pensándolo. Puedo hacerlo, puedo marcar la diferencia, puedo ser lo que quiera.
Debo hacerlo, debo dejar atrás las dudas, tengo que seguir la línea de pensamiento que llevaba antes de morir, puedo hacer lo que me proponga, puedo salvar vidas, no perderlas. Ahora soy yo el que elige mi camino, no mas señales, no mas autopistas, voy por la carretera de curvas y llena de baches, voy a llegar a mi destino, se que lo puedo conseguir y lo voy a hacer.
-Esta bien, tú ganas. Acepto tu propuesta.
Haces lo correcto.
-Eso espero.
Muy bien, vamos a mandarte a tu nuevo destino.
-Espera. No puedes mandarme así sin más. ¿Que les digo? Hola, soy Javi, me envía la Muerte. No puedo hacer eso.
Está bien, no haces más que poner pegas. Tu historia será la siguiente. Te envía el señor Topher, eres el nuevo contacto con la central y eres homosexual.
-¿Quien es el señor Topher? ¿Que central? Y no pienso ser homosexual. 
Te lo tengo que explicar todo. El señor Topher es el mecenas que financia los grupos y siempre tiene a alguien que le sirve de contacto. En este caso ese serás tu, con la salvedad de que no le pasaras informes a él, si no que me los pasaras a mí, ya que estaremos permanentemente en contacto. Lo de tu homosexualidad, ya va siendo hora de que salgas del armario, porque te crees que siempre has buscado relaciones volcadas al fracaso.
-Yo no he buscado siempre ese tipo de relaciones, lo que pasa es que he tenido mala suerte.
Lo que tú digas. No te preocupes por tu ropa, te mandaran una tarjeta con la que sufragar tus gastos. Así que ya está todo aclarado, prepárate que te voy a enviar ya.
-Supongo que sí, que ya está todo. Qué debo hacer ahora.
Cerrar los ojos y aguantar la respiración.
-No voy a picar otra vez.
Lástima. No puedes culparme por intentarlo.
-¿Quieres apostar?
Ya bueno, mejor no, es que hace un tiempo tuve un pequeño problema de ludopatía, me costó bastante superarlo y no querría recaer ahora otra vez, no sé si me entiendes.
-No empieces otra vez. Tanta prisa porque me decidiese y ahora pierdes tu el tiem...
No me da tiempo de acabar la frase. De repente me encuentro en la puerta de un edificio, de unas cinco plantas, de color rojo y con pocas ventanas, algunas de ellas cerradas con tablones de madera, que mal me cae la Muerte.
No te caigo tan mal.
-No te metas en mis pensamientos.
Ya te he dicho que estaremos en contacto continuo. ¿Por qué nunca me escuchas?
-Vale, me estás diciendo que vas a estar siempre en mi mente, escuchando todo lo que pienso.
Si, es más, ya que solo me escuchas tú, creo que deberías dejar de hablar en voz alta, la gente empieza a mirarte extrañada.
-Pues no entiendo porque. Podría estar hablando por un manos libres.
¿Cómo? Si en esta época aun no existían los móviles.
-Me estás diciendo que me has hecho retroceder en el tiempo.
Picaste. Qué fácil es quedarse contigo.
-Ves porque te odio.
El edificio se ve antiguo, aunque parece que lo han reformado recientemente. En la puerta tiene un cartel, esta en ingles, pero lo entiendo perfectamente.
Claro, es una de las ventajas de tener a la Muerte en tu cabeza, ahora entiendes todos los idiomas, hablados y escritos, eso sí, tú sigues manteniendo tus conocimientos para comunicarte.
-Es decir, que yo entenderé lo que me diga todo el mundo, pero ellos no me entenderán a mí a no ser que hablen uno de los pocos idiomas que hablo.
Exactamente. Suerte que tienes un nivel medio alto de ingles, ya que estas en una ciudad americana. Y deja de hablar en voz alta, todo el mundo va a pensar que estás loco.
-Empiezo a pensar que realmente lo estoy. ¿En qué ciudad estoy exactamente? Espero que sea Nueva York, siempre he querido visitarla.
Pues haber ido de vacaciones. Estas en Chicago, la ciudad del viento.
-En Chicago, interesante. Oye y no puedes hacer algo con el idioma. Si que se hablar en ingles, pero hace mucho que no practico, échame una mano.
Está bien, pero solo con el inglés. Y deja de hablar en voz alta. Ya esta, ahora hablas ingles perfectamente. Gracias. Muy bien, ves así es más fácil la comunicación. Si tú lo dices.

Como decía. ¿Con quién hablas? No hablo con nadie, es mi manera de pensar, me siento más cómodo si pienso como si se lo estuviese explicando a alguien. Vale, perdona la interrupción. ¿Esto va a ser siempre así? Más o menos. Qué bien. Bueno, como iba diciendo, en el cartel pone “Guardianes. Agencia de Detectives” Guardianes, que originales. Su voz de una mujer, parece joven.

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